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Aunque los Estados Unidos sigue centrado en la pandemia del COVID-19, también necesitamos ser conscientes de la temporada de la influenza a medida que nos acercamos al invierno. Los virus de la influenza (gripe) generalmente se propagan en otoño e invierno, y su actividad alcanza su punto máximo entre diciembre y febrero. Vacunarse ahora puede reducir sus probabilidades de contraer la influenza.

La influenza es una enfermedad grave, causada por los virus de la influenza, que puede provocar hospitalización e incluso la muerte. Cada temporada de influenza es diferente y los impactos sustanciales en la salud pueden variar ampliamente de una temporada a otra, siendo algunas temporadas de influenza peores que otras. Su mejor defensa es la vacuna, que brinda una protección importante contra la gripe y sus posibles complicaciones.

Las vacunas contra la influenza aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) ofrecen importantes beneficios. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que durante la temporada de la influenza de 2018-19, la vacuna previno 4.4 millones de enfermedades causadas por la influenza, 58,000 hospitalizaciones y 3,500 muertes relacionadas con la influenza.

Es probable que los virus de la influenza y el virus que causa el COVID-19 circulen juntos este otoño e invierno. La vacuna contra la influenza no prevendrá el COVID-19. Las vacunas contra la influenza están aprobadas por la FDA para la prevención de la enfermedad de la influenza, por lo que vacunarse puede ayudarle a mantenerse fuera del consultorio del médico y preservar los recursos de atención médica para pacientes con otras enfermedades y condiciones médicas, incluido el COVID-19.

La FDA desempeña un papel clave en asegurar que vacunas seguras y efectivas contra la influenza estén disponibles cada temporada de la influenza. Los virus de la influenza se transmiten por gotitas cuando las personas infectadas con la influenza tosen, estornudan o hablan. La gripe también puede propagarse cuando una persona toca una superficie u objeto que tiene el virus de la influenza y luego se toca la boca, la nariz o los ojos.

Es mejor vacunarse al principio de la temporada de la influenza. Los CDC recomiendan que los adultos y los niños mayores de 6 meses se vacunen contra la influenza a fines de octubre. Aunque espere hasta después de octubre, vacúnese contra la influenza. Sigue siendo beneficioso porque puede protegerle durante el resto de la temporada de gripe. Para obtener más información sobre las vacunas, la inmunización y dónde vacunarse, visite www.vaccines.gov.

Si ya ha tenido la gripe esta temporada sin vacunarse, aún se recomienda que se vacune contra la gripe porque la vacuna previene tres o cuatro cepas diferentes del virus de la gripe, dependiendo de la vacuna que reciba. Supongamos que se infectó con un tipo de cepa del virus de la gripe. La vacuna contra la gripe todavía le ofrecería protección contra las cepas del virus de la gripe que aún no ha tenido.

Una vacuna contra la gripe es la mejor prevención

Las temporadas de gripe y su gravedad son impredecibles. La vacunación anual es la mejor manera de prevenir la influenza en personas de 6 meses o más.

Una vacuna anual para prevenir la influenza es la mejor manera de reducir el riesgo de contraer la gripe y transmitirlo a otras personas. Cuando más personas se vacunan, es menos probable que los virus de la influenza se propaguen en una comunidad.

Por lo general, la vacuna cambia cada año y contiene cepas del virus de la influenza que se espera que prevalezcan durante la próxima temporada de la influenza. La efectividad de las vacunas contra la influenza depende de varios factores, como la edad y la salud de la persona que recibe la vacuna, los tipos de virus de la gripe en circulación y el grado de similitud entre los virus que circulan y los incluidos en la vacuna.

La tarea de producir una nueva vacuna para la próxima temporada de la influenza comienza mucho antes de que termine la temporada actual. Para la FDA, es una iniciativa de todo el año.

La vacuna contra la influenza activará su sistema inmunológico para producir anticuerpos que pueden protegerle contra la enfermedad de la influenza; no hará que se enferme de gripe. Los anticuerpos pueden tardar unas dos semanas después de la vacunación en desarrollarse en el cuerpo, lo cual es una razón importante para vacunarse contra la gripe antes de que comience la actividad de la misma.

Por qué necesitamos nuevas vacunas contra la gripe cada año

Según la Oficina de Investigación y Revisión de Vacunas de la FDA, hay varias razones por las que se debe elaborar una nueva vacuna contra la influenza cada año.

Los virus de la influenza pueden cambiar de un año a otro, por lo que la vacuna se actualiza para proteger contra nuevas cepas del virus que se espera que circulen en los Estados Unidos. La vacuna debe incluir las cepas del virus de la influenza que más se asemejen a las que están en circulación durante la temporada de la influenza. Además, la protección proporcionada por la vacuna contra la gripe que una persona recibió el año anterior disminuirá con el tiempo y puede ser demasiado baja para prevenir la enfermedad de la influenza en la temporada de gripe del siguiente año.

Quiénes corren más riesgo de contraer la gripe

Por lo general, los niños y las personas mayores tienen un mayor riesgo de contraer la influenza. La mejor manera de proteger a los bebés que son demasiado pequeños para ser vacunados es asegurarse de que las personas que los rodean estén vacunadas.

Ocasionalmente, circulará un virus de la influenza que afecta de manera desproporcionada a los adultos jóvenes y de mediana edad.

Usted también puede reducir la propagación de la gripe y sus efectos tomando medidas prácticas como lavarse las manos, cubrirse al toser y estornudar, y quedarse en casa cuando esté enfermo.

La FDA ha aprobado numerosas vacunas para la prevención de la influenza. Pero si usted contrae la influenza, también existen medicamentos antivirales aprobados por la FDA, disponibles con receta médica, para tratar su enfermedad. Hay varios medicamentos antivirales aprobados por la FDA recomendados por los CDC para su uso contra los virus de la influenza en circulación. Estos medicamentos funcionan mejor si se empiezan a tomar poco después de la aparición de los síntomas (dentro de las 48 horas).

Cómo se seleccionan las cepas del virus de la vacuna contra la gripe

Cada febrero, antes de que termine la temporada de la influenza del presente año, la FDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS), los CDC y otros expertos en salud pública colaboran en la recopilación y revisión de datos de todo el mundo para identificar los virus de la influenza que probablemente causen la mayoría de las enfermedades durante la siguiente temporada de gripe.

Después de ese proceso, la FDA convoca a su comité asesor de vacunas, compuesto por expertos externos, para brindar asesoramiento a la FDA sobre la siguiente temporada de la influenza en los EE. UU. Los miembros del comité discuten las recomendaciones de la OMS y consideran qué virus de la influenza se espera que circulen en los Estados Unidos. También revisan datos sobre qué virus de la gripe han causado enfermedades durante el año anterior, cómo están cambiando los virus y las tendencias de las enfermedades en los Estados Unidos. La FDA tiene en cuenta esa información antes de seleccionar las cepas del virus que los fabricantes con licencia de la FDA deben incluir en sus vacunas para su uso en los Estados Unidos.

Cuanto más se acerquen las cepas de virus elegidas para la vacuna y las cepas en circulación que causan la enfermedad durante la temporada de la influenza, mejor será la protección que ofrece la vacuna contra la gripe. Aunque la vacuna y los virus pueden no coincidir exactamente en algunos años, eso no significa que la vacuna no ofrece beneficios a las personas. Sabemos por estudios anteriores que la vacuna aún puede brindar suficiente protección en las personas que la recibieron para ayudar a que su enfermedad sea más leve o prevenir complicaciones relacionadas con la influenza.

La vacuna contra la gripe es segura

Para garantizar que la vacuna contra la influenza sea segura, eficaz y de alta calidad, la FDA prepara y suministra a los fabricantes los reactivos (materiales para normalizar las vacunas) que necesitan para fabricar su vacuna y para verificar su identidad y potencia. La FDA también inspecciona las instalaciones de fabricación con regularidad y evalúa anualmente la vacuna de cada fabricante antes de que pueda ser aprobada.

La supervisión de la FDA no termina ahí. Una vez que los fabricantes han distribuido sus vacunas para el uso del público, los científicos de la FDA y los CDC trabajan juntos para evaluar de forma rutinaria los reportes presentados por las empresas, los proveedores de atención médica, y los padres y pacientes al Sistema de Notificación de Eventos Adversos para las Vacunas (VAERS, por su siglas en inglés) de los problemas de salud que pueden estar asociados con una vacuna.

Existen métodos adicionales para monitorear la seguridad de las vacunas. La FDA monitorea la seguridad de la vacuna contra la influenza y otras vacunas utilizando el sistema de Vigilancia de la seguridad de inmunización rápida posterior al licenciamiento de Sentinel (PRISM, por sus siglas en inglés)(en inglés), que le permite a la FDA evaluar de manera proactiva la seguridad de las vacunas, en condiciones del mundo real, lo que refleja la atención al paciente en los EE. UU.

Y los CDC mantienen el Enlace de Datos de Seguridad de las Vacunas (VSD, por sus siglas en inglés)(en inglés), que proporciona un monitoreo casi en tiempo real de las personas vacunadas, en colaboración con nueve organizaciones integradas de atención de la salud.